Entre la noche y el día

¿Me atreveré a dar el paso?

2/3/20252 min read

La noche era fría, pero Daniel apenas lo notaba. Caminaba sin rumbo fijo, las manos en los bolsillos, la mirada perdida en el asfalto mojado. Las luces de la ciudad parpadeaban a lo lejos, reflejadas en los charcos como estrellas caídas. Pero su mente estaba en otro lugar. En ella.

Llevaba años buscando algo que pareciera real. Conexiones fugaces, conversaciones que se apagaban, encuentros que nunca llegaban a ser más que eso. Y justo cuando había empezado a pensar que quizá el amor no era para él, apareció ella.

Con ella todo era diferente. Había risas sin esfuerzo, silencios que no pesaban, esa extraña sensación de hogar en una mirada. Por primera vez en mucho tiempo, podía imaginar un futuro sin sentir que estaba mintiéndose a sí mismo. Pero ahí estaba el problema. No sabía si ella sentía lo mismo.

Cada gesto suyo parecía una pista, cada palabra un acertijo. A veces, le daba la impresión de que ella también lo veía, que también sentía la electricidad en el aire. Otras, todo se desvanecía y quedaba solo la incertidumbre.

Se detuvo en medio de la calle vacía y exhaló, viendo su aliento disiparse en la noche. Si preguntaba, si intentaba saber la verdad, todo cambiaría. ¿Y si la respuesta no era la que quería? ¿Y si ella solo lo veía como un amigo? Pero también… ¿y si sí?

Estaba atrapado en un limbo donde tanto el sí como el no parecían imposibles. El miedo lo mantenía ahí, suspendido en la duda, donde aún podía soñar con lo que podía ser sin enfrentar lo que realmente era.

Levantó la vista hacia la luna, redonda y solitaria en el cielo. Tal vez la respuesta ya estaba escrita en alguna parte. O tal vez, solo tal vez, era hora de encontrar el valor para buscarla.

Modelo @astromarq